Sri Lanka 2019
Nuestro viaje a Sri Lanka 2019, ha sido maravilloso.
Muy esperado y ha superado con creces nuestras expectativas, ya que aunque lo haya vendido en infinidad de ocasiones, no me lo imaginaba para nada así.
En esta ocasión viajamos con un chófer-guía de habla inglesa y el viaje fue perfecto. Hicimos un recorrido super completo con todo detalle y todo gracias a mi proveedor local de Sri Lanka que nos trató como reyes.
Si quieres vivir este viaje de ensueño, no lo dudes, es un país muy seguro y con gente encantadora que estará deseando recibirte.
Contáctanos y haz tus sueños realidad.
Día 1 y 2: Madrid/ Dubai/ Colombo/ Galle (Sri Lanka)
Volamos con Emirates vía Dubai a Colombo (Sri Lanka) y como siempre bien. El pobre Ricky lo pasó muy mal porque fue constipado.
A nuestra llegada y después de pasar numerosos controles, conocimos al que sería nuestro chófer-guía durante toda la ruta, Mr Sena.
Nos recibió con unos preciosos collares de bienvenida de orquídeas, nos ayudó a comprar una tarjeta para el móvil y cargamos las maletas en el coche.
Nos dirigimos a Colombo para hacer una visita panorámica, nos sorprendió esta ciudad llena de contrastes, debido a las diferentes colonizaciones y la variedad de arquitectura.
Entre ellos conocimos el Fuerte; el barrio Pettah; Cinnamon Gardens; el parque Galle Face Green, Viharamahadevi, entre otros.
Después de conocer la ciudad y con las explicaciones que nos daba nuestro guía, pusimos camino a Galle donde íbamos a dormir.
Llegamos a la preciosa ciudad de Galle por la noche, y ya percibimos sus lindos edificios blancos.
En el Hotel Heritage Galle Fort, nos recibieron muy amablemente, nos dieron la habitación y nos preguntaron que preferíamos para cenar.
Cenamos muy rico y nos fuimos a dormir que entre el vuelo y demás, fue un día duro.
Día 3: Galle/ P.N de Yala (Sri Lanka)
Por la mañana pedimos el desayuno típico singalés y resultó ser muy sano, especiado y picante, como ya comprobaríamos en el resto del viaje más adelante.
Comenzamos nuestra visita de Galle, primero fuimos a la catedral cristiana y a un hotel antiguo cercano al nuestro.
A continuación con el coche nos acercamos al Faro de Galle, allí paseamos desde Point Utrech hasta Flag Rock. El mar estaba precioso incluso vimos un pescador metido hasta la cintura en el agua.
Ya empezamos a percibir que los locales aprovechan sus vacaciones escolares para recorrer el país, muchos de ellos con toda su familia.
Después nos perdimos por las callejuelas de Galle, tienen muchísimo encanto, llenas de tiendas, restaurantes, todos ellos en edificios perfectamente conservados.
Es una de esas ciudades con un encanto especial.
Finalmente fuimos a otra parte del fuerte donde se pueden ver las vistas, con el mar por todas partes y la nueva ciudad de Galle de fondo.
Ya camino a Yala, paramos en una playa preciosa, aunque el mar estaba revuelto debido al monzón. Allí tomamos un zumo disfrutando de las preciosas vistas.
Antes de nuestro safari fuimos a comer a un restaurante con buffet. Allí coincidimos con otros chicos españoles y nos dieron algunos consejos, ya que ellos estaban terminando el viaje.
Seguimos ya hasta nuestro alojamiento ubicado dentro del propio Parque Nacional de Yala. El paisaje era espectacular y llegamos a dónde nos esperaba el coche para comenzar el safari.
Allí vimos el primer animalito un jabalí salvaje.
Comenzamos el safari, los paisajes del parque son igual que las sabanas africanas, nos sorprendieron muchísimo.
Nada más entrar en una lagunita descubrimos nuestros primeros elefantes. Justo más tarde cruzaron otros dos más por delante.
Después vimos búfalos de agua, ciervos, pavos reales, entre otros.
Seguimos y vimos de fondo la llamada Roca del Elefante con uno justo delante, preciosa imagen.
Vimos muchísimas aves como garzas, ibis, martines pescadores y muchos más.
Tuvimos una parada en una playa dentro del parque, aquí nos contaron que murieron muchísimos turistas en el tsunami de 2004, una autentica desgracia.
Este fue uno de los parque en el que los animales emigraron hacia puntos más altos antes del tsunami. Ya que dicen que son más sensibles que los humanos y presienten ese tipo de desastres naturales.
Seguimos haciendo el safari, vimos muchos búfalos, monos, ciervos, nos encantó todo.
Antes del salir del parque disfrutamos de unos paisajes fantásticos. Hasta vimos el atardecer justo al salir.
Ya llegamos a uno de los hoteles que más me gustaban antes de viajar.
El Jetwing Yala es un hotel integrado dentro del Parque Nacional, es una pasada. Con su propia playa privada, una piscina inmensa, una habitación de ensueño, el hotel es maravilloso.
Visitamos todo el hotel, nos dimos un baño en la piscina, nos tomamos un cóctel, nos relajamos, cenamos y nos fuimos a descansar.
Día 4: PN de Yala/ Haputale (Sri Lanka)
Este día madrugamos para disfrutar a fondo del hotel.
Fuimos paseando hasta la playa salvaje dentro del hotel, que con el monzón tenía un mar muy revuelto.
Nos hicimos fotos en las hamacas y columpios, estaba todo muy bonito.
Nos dimos un baño en la piscina y nos arreglamos para ir a desayunar.
El desayuno era fantastico había infinidad de opciones.
Cuando fuimos a pasar de nuevo a la habitación para coger las maletas nos dimos cuenta que no teníamos la tarjeta para abrir la habitación. Solo costaba 12 € la réplica pero los del hotel se volcaron para encontrarla y finalmente apareció en la hamaca de la playa, que gente tan amable y servicial.
Nos fuimos con mucha pena del hotel ya que no sólo es alucinante el enclave, si no el hotel en sí.
Pusimos camino a Haputale y el paisaje empieza a cambiar drásticamente, la zona de montaña de Sri Lanka es verdaderamente preciosa. Todo lleno de vegetación y cataratas es un paraíso en sí.
Nuestra primera parada fue en una preciosa catarata, allí Ricky se compró un poco de mango para picar.
Después paramos en un mirador donde divisamos la ruta de senderismo que a continuación haríamos, el Little Adams Peak (Sri Lanka).
Ya llegamos con el coche al comienzo de la misma, es una ruta sencilla, en la que en poco tiempo subes a la cima de una montaña con unas vistas espectaculares.
Al comenzar ya se empiezan a ver algunas plantaciones de té, alternadas con bosques.
Más arriba vimos una tirolina gigante que es una atracción nueva que han puesto para locales y turistas, desde el mirador hay una preciosa foto del valle por el que venimos.
Subimos arriba rápido nuestro guía está muy en forma y es una buena liebre que nos hace ir a buen ritmo.
Arriba del todo la vista es increíble, hay unos cuantos budas que representan la montaña real de Sri Pada (montaña sagrada de Sri Lanka).
Al bajar divisamos uno de los hoteles más lujosos de la zona 98 Acres con su propio helipuerto.
De premio por la ruta nos tomamos un coco y unas chuches locales hiperpicantes que compramos en un puestecito.
Para comer nuestro guía nos deja en un restaurante local de Ella, en el que comimos y pasamos un rato encantador.
A continuación nos dirigimos al nuestro siguiente hotel, el Melheim Resort, que resultó ser casi el mejor de todo nuestro viaje, y eso que antes de llegar nos parecía básico. Las fotos no hacen justicia al entorno se encuentra en el autentico paraíso.
Nada más llegar nos recibieron de forma encantadora, nos entregaron la habitación. Y decidimos sin perder tiempo darnos un paseo por el hotel.
El Melheim tiene varias terrazas con unas vistas sobrecogedoras, desde una zona en la que hacen fuego por la noche, un parque infantil, pista de badminton, piscina, observatorio de aves, una ruta hacia una catarata en el propio completo, impresionante.
Por la tarde-noche después de investigar nos tomamos un cóctel en un bar muy acogedor y nos hicimos amigos de su camarero Rohan.
Disfrutamos de una cena riquísima y nos fuimos a dormir en este especial paraíso.
Día 5: Haputale/ Nuwara Eliya (Sri Lanka)
Madrugamos con toda la intención porque por la mañana tocaba el turno de alimentar a pájaros y ardillas. Los primeros se hicieron de rogar pero las segundas no, así que lo pasamos en grande alimentando a estos hermosos bichejos. Aquí también vimos la especie rara de Sri Lanka ardilla gigante canosa, todo un descubrimiento.
Desayunamos con las increíbles vistas y nos despedimos del fabuloso hotel.
Nos dirigimos a la estación de tren a coger el tren desde Haputale hasta Nannu Oya donde nos esperaba nuestro guía para recogernos en coche.
El trayecto lo definen como uno de los más bellos del mundo, la verdad que todo esa zona es increíble y se disfruta muchísimo tanto en carretera como en tren, pero es verdad que es una experiencia diferente.
Viajamos en 3ª clase y aunque es la más baja, estaba todo relativamente limpio. Si en India viajaras en esta clase…sería indescriptible la vimos en una de las estaciones, nada que ver.
Aunque teníamos asientos asignados, ya estaban ocupados, así que dos familias de Andorra que ya estaban montados nos hicieron hueco y fuimos charlando con ellos.
Los paisajes se amontonan en la retina, son increíbles, valles, montañas, plantaciones de té, cascadas, todo es bellísimo.
Además iba un grupo de locales cantando así que íbamos amenizados.
Al recogernos el guía, Ricky comentó que le apetecía un té, así que aprovechamos la parada para el baño y tomar nuestro primer té local, muy rico y con preciosas vistas.
Empezamos a entrar en Nuwara Eliya y ya se notan diferencias con otros sitios en los que hemos estado, el legado inglés es más latente. Es muy curioso hay montones de caballos por la calle y el guía nos para en un centro comercial para comprar unas cervezas. En muchos hoteles no venden alcohol y aunque no es caro, nos recomienda comprarlo en un Carhills.
Al salir de allí nos da a elegir entre varios sitios para comer, elegimos comida india y nos llevó a un restaurante precioso con vistas a un lago, en el que comimos de maravilla.
Después de comer comenzamos con la visita de la ciudad una parte en coche y otra andando, vimos lo más importante y fuimos al mercado local de la ciudad y Ricky se compró una prenda deportiva de alta montaña, ya que estaban a buenos precios.
Al terminar nuestra visita nos dejaron en el hotel. Un hotel muy emblemático y con unas instalaciones de ensueño.
Nos encantó el estilo inglés de sus habitaciones, edificio, jardines, etc.
Después de tomar un té en la recepción, recorrimos cada estancia y disfrutamos de este precioso hotel.
Nos relajamos en una sala lounge, jugamos una partida en la bella sala de billar, tomamos un cóctel en las salas con chimenea, sin palabras.
Cenamos en el precioso salón y nos fuimos a descansar.
Día 6: Nuwara Eliya/ Kandy (Sri Lanka)
Madrugamos muchísimo para hacer una increíble ruta por el PN de Horton Plains. El paisaje es totalmente diferente al resto que vimos hasta ahora.
Era como andar por las tierras altas escocesas.
Hacía viento y lloviznaba, pero estando de vacaciones eso no importa.
Al llegar a la entrada del parque, desayunamos el desayuno tipo picnic que nos prepararon en el hotel. Y ya conocimos a los pesados cuervos de Sri Lanka que te acosan hasta comerse tu comida jajajjajaja.
Comenzamos la ruta por unos caminos espectaculares, con unos paisajes increíbles. Vimos dos miradores el mini world´s end y el world´s end. Además de las espectaculares Baker ´s Fall.
En resumen todos los paisajes eran impresionante, nos encantó la ruta.
De camino a Kandy paramos en una fábrica de té, la Damro Tea, allí contemplamos los preciosos paisajes verdes y nos explicaron todo el proceso para hacer té.
Degustamos los diferentes tipos de té y probamos otro tranquilamente sentados viendo las preciosas vistas. Como la tienda era muy cara aquí no compramos ninguno aunque tenían buena pinta.
Se acercaba la hora de comer y nuestro guía nos llevo a un sitio increíble, el Ramboda Falls Hotel.
Un hotel colgado de una ladera de una montaña, rodeado por tres cataratas indescriptibles, entre vegetación selvática y un lago de fondo, en ese precioso paisaje comimos, y para mí será inolvidable. El hotel en sí era sencillo pero el marco era incomparable.
Después de comer paramos en una tienda con un mirador en el tejado, además de las impresionantes vistas, la tienda era preciosa, eso sí con artesanía carisima.
Poco a poco bajamos de las montañas y llegamos a Kandy, el conductor nos hizo una visita panorámica por la zona universitaria de Peradeniya.
Comenzamos a subir por las colinas alrededor de la ciudad hasta que llegamos al hotel Amaya Hills.
Con unas vistas impresionantes se encuentra en la misma cima de una colina, con una diferencia de temperatura notable entre la ciudad y el hotel.
También nos dieron una preciosa suite en él.
Fuimos a darnos un baño en la piscina, pero solo se lo dió Ricky porque hacía un poco de fresco para mí, disfrutamos del bello atardecer.
Jugamos al ping pong y nos sentamos en el bar a tomarnos unas cervezas, mientras disfrutamos de un show de violin bellisimo, que lujazo.
Cenamos un poco más tarde y nos fuimos a descansar.
Día 7: Kandy (Sri Lanka)
Amanecimos con unas vistas preciosas sobre la ciudad de Kandy (Sri Lanka) y sus colinas.
Desayunamos en la terraza con unas vistas que quitaban el sentido.
Antes de que nos recogiera el chófer, estuvimos haciendo fotos a una boda tradicional que estaba haciendo sus fotos en nuestro hotel.
Bajamos a la ciudad de Kandy había muchísima gente y nos costó aparcar.
Nuestro guía antes de llevarnos al Templo del Diente de Buda, pasamos por el Lago de Kandy y por las tiendecitas que venden las ofrendas para el templo.
La visita al templo es espectacular, es diferente a todos los del país, con un especial fervor, ya que sacan varias veces al día el diente del Buda para que lo vean los feligreses.
El momento es un poco caótico y pasamos un poco de miedo ante una posible avalancha humana, pero finalmente no paso nada, menos mal.
La anécdota más graciosa de la visita fue que como Ricky llevaba unos piratas por encima de la rodilla, le hicieron cubrirse por respeto y lo único que teníamos era mi fular, así que fue la atracción para todos los locales, que no dejaban de mirarle.
Después fuimos a visitar Udawatta Kele, un parque nacional dentro de la ciudad justo a la espalda del templo. Y es que tienen una jungla dentro de la ciudad, es increíble.
Justo en la entrada, al darnos nuestro guía la entrada vimos el coste de las mismas y nos sorprendió un montón lo caras que eran.
Dimos un paseo precioso por dentro antes de ir a comer.
Fuimos a un sitio del centro justo enfrente de una Madrasa preciosa con ladrillos rojos y blancos. El sitio era autentico local y nuestro guía nos explicó que nos invitaba la empresa local a probar la delicia local, el cangrejo, increíble.
A continuación subimos a un mirador para ver las bellas vistas de la ciudad de Kandy.
Después fuimos a un taller de joyas, nos explicaron como tallaban las piedras preciosas y todas las que existen. Allí compré un precioso anillo con un gran descuento.
Para terminar el día de visitas fuimos a ver unas danzas típicas a un teatro, nos gustó mucho el espectáculo.
Esa noche vimos un precioso atardecer desde las alturas, jugamos al ping pong de mesa y cenamos pronto para descansar.
Día 8: Kandy/ Peradeniya/ Matale/ Dambulla
Antes de salir de Kandy volvimos a ver otra boda en nuestro hotel, debe ser un sitio muy típico para ello porque de 2 días había dos bodas, jajajaja que casualidad.
Primero fuimos a los jardines botánicos reales de Peradeniya, como el guía no encontró aparcamiento, nos dejó en la entrada y nos dio el mapa para que lo visitáramos nosotros tranquilamente.
Menos mal que llevábamos paraguas porque aunque no llovía, los jardines estaban llenos de zorros voladores y lo que caía de los arboles era peor que lluvia, así que mejor ir cubiertos jajajjajaja.
Los jardines eran preciosos, tenían una exhibición de orquídeas de Sri Lanka, un bosque de bambúes, chulísimo.
La siguiente visita fue a Matale, un pueblo especializado en sacar el máximo provecho a las especias. Son increíbles todos los usos y productos que hacen con ellas.
Nos encantó la visita pero no compramos mucho porque era muy caro.
Después de cargar energías comiendo fuimos a visitar Dambulla.
Menos mal que no hacía calor aunque la subida era con escalones había bastantes, jajjajja. Y nuestro pobre guía llegó un poco asfixiado.
En la cima nos esperaban muchísimos monos y muchos turistas locales.
La visita es increíble, son unas cuevas llenas de budas y con unos murales impresionantemente bien conservados.
Dambulla es una pasada es una visita obligada en Sri Lanka.
Terminada la visita el guía nos dejó en nuestro hotel un impresionante complejo al lado de uno de los lagos de la zona, un sitio salvaje.
Nos dieron una habitación en la primera planta de una cabaña, grandísima, con terraza y bañera de hidromasaje.
Después de poneros cómodos fuimos a la piscina y resultó que había un campamento de verano y estaba llena de gente, nos dimos un baño y más tarde fuimos a cenar.
Día 9: Sigiriya/ Pidurangala/ Minneriya
Día 10: Polonnaruwa/ Trincomalee
Hoy comenzamos nuestro día visitando Polonnaruwa, uno de los complejos de ruinas más importante de Sri Lanka, junto con Sigiriya y Anuradhapura.
Las ruinas son muy bonitas todas totalmente diferentes unas de otras, pero aquí se nota mucho más el calor.
Es curioso que un país tan pequeño tenga tantos climas y paisajes diferentes.
Además como son sagrados hay que cubrirse así que más calor para el cuerpo jajajjaja.
Vamos visitando diferentes templos, el primero tiene un pared en pie perfectamente conservado.
A continuación visitamos una pared con un Buda tallado, aquí vemos el primer perro desmayado. ¡Pobrecillo! si es que el calor es infernal.
Después visitamos un templo que tiene unos contrafuertes gigantes y vemos a unos monjes saliendo. El guía aprovecha para contarnos como es la vida de un monje en Sri Lanka.
Cerca de este vemos un templo que conserva unas columnas y hay varios monjes en su interior también.
El siguiente es un foso en forma de loto, precioso.
Otro templo que visitamos tiene 2 plantas, columnas y una especie de pequeña muralla con forma de cola de dragón.
La verdad que las ruinas son preciosas no me extraña que sean patrimonio de la Humanidad.
Entramos en un templo que se conserva por completo con techos y todo.
Seguimos con un templo de forma redonda precioso, que conserva paredes y budas en su interior, aquí Ricky ve su primer Moon Stone. Le encanta tanto que quería encontrar uno para comprárselo de recuerdo y después resultó que nos regaló uno el proveedor.
Nuestra siguiente visita es a las Viharas, una especie de Pagodas Gigantes que acaban en punta, aquí en Polonnaruwa visitamos varias.
Entre las últimas visitas de las ruinas, vemos unos budas gigantes excavados en piedra, otra vihara de color blanco y un templo con un Buda de pie de gran tamaño.
En resumen una visita muy recomendable.
Antes de dirigirnos hacia la playa, comemos en un restaurante muy sencillo y nos ponemos rumbo a Trincomalee.
Al llegar nos reciben en el Trinco Blu un hotel bastante bueno, y que sería nuestra casa en las playas de Sri Lanka.
Nos gustó muchísimo la playa, era muy ancha y el agua estaba limpia.
Nos entregaron nuestra habitación con acceso privado a la playa y un porche con un sofá, muy chula.
Dimos un paseo por la playa para ubicarnos y ver donde podríamos comer que era lo que teníamos por libre. Localizamos varios sitios que nos gustaron y vimos gente jugando al voley playa. Además tuvimos nuestro primer contacto con la lonja local, pero como había mucha gente, nos fuimos.
No nos aburriríamos, había cosas que hacer.
Cuando estuvimos cansados, cenamos, nos hicimos amigos de un gato y varios perros y nos fuimos a dormir.
Día 11: Trincomalee/ Pigeon Island
Día 12: Trincomaleee
Este día lo empleamos para relajarnos y descansar, además nuestros amigos fueron ese día a Pigeon así que quedamos vernos con ellos más tarde.
En la piscina conocimos a otra pareja muy maja con la que estuvimos hablando.
Ese día aprovechamos para comer en el restaurante del hotel, todo estaba muy rico.
Por la tarde fuimos al Fernando ´s Bar y estuvimos jugando y tomando algo con ellos.
Aprovechamos hasta última hora en la piscina y tomando algo en el bar del hotel.
Día 13: Trincomalee
Último día en la playa, que aprovechamos al máximo, nos bañamos en la playa, en la piscina.
Dimos un paseo por la playa, fuimos a comer marisco en uno de los restaurantes típicos de la calle comercial.
Fuimos a tomar algo en la playa.
Aprovechamos al máximo la playa para despedirnos como se merece de las preciosas playas de Trincomalee.
Y en esta ocasión nos acompañaron varias vacas andando a nuestro lado, algo que solo podía pasar en Trincomalee.
Día 14: Trincomalee/ Wilpattu
Nuestra última mañana en la playa, madrugamos mucho para poder ver la lonja matutina y la pillamos de lleno. No había ningún turista así que la disfrutamos con los lugareños.
Sacaron muchísimos peces venenosos y fue alucinante verlo. Nos dio mucha pena ver la cantidad de plásticos que sacaron de unas redes pequeñas.
Comimos antes de hacer el safari por Wilpattu, era nuestra última oportunidad de ver leopardos, pero al final no hubo suerte. ¡Una razón más por la que volver a Sri Lanka!
Paramos en la entrada para comprarlas y miles de mariposas volaron desde el suelo rodeándonos, una preciosa bienvenida.
Vimos ciervos, águilas, monitores, búfalos, monos, hasta un oso negro. Y antes de tener un encuentro increible con unos elefantes, vimos chacales.
Un elefante al que pillamos de improviso se enfadó mucho con nosotros y casi ataca el jeep, vaya susto.
Vimos una águila comiendo una pequeña serpiente antes de salir del precioso parque.
Fuimos al hotel a descansar para terminar otro gran día.
Día 16: Anuradhapura/ Wayikkal
Hoy nos quedaba otra de las visitas culturales más interesantes del país, Anuradhapura.
Nos dejamos fascinar por la historia, tradiciones, religiosidad, cultura, son impresionantes.
Llena de pagodas, templos y diferentes ruinas, nos dejamos embaucar por esta cultura tan diferente a otras.
Como eran las vacaciones escolares aún estaban llenas de locales y es una gozada visitar así, sin apenas turistas.
Nuestra primera visita fue al Sri Maha Bodhi, se trata del árbol sagrado debajo del cuál Buda encontro la iluminación.
La siguiente visita fue a la Dagoba Mirisavatiya, de gran tamaño y precioso color blanco. Impresiona sus filas de elefantes y sus grandes budas en el interior.
A continuación fuimos a ver la Dagoba Parama, una de las más antiguas del país.
Vimos un par de preciosas moon stone antes de seguir con más visitas.
Dagoba Jetevanarama, fue nuestra siguiente parada, de color ocre y muy imponente.
Los Kuttam Pokuna nos llamaron la atención, unos estanques preciosos en los que se purificaban los monjes.
Isurumuniya Vihara, fue nuestra última visita y la más especial de todo el completo porque es totalmente diferente. Es un templo excavado en la roca precioso, representa una historia de amor similar a Romeo y Julieta.
Después fuimos hacia nuestro últmo hotel, uno con mucho encanto, entre el mar y unas marismas naturales.
El hotel Suriya Resort es totalmente increíble, un remanso de paz que fue la mejor despedida del país.
Nos regalaron una preciosa suite gigante con unas instalaciones preciosas.
Disfrutamos de las incomparables vistas desde la terraza, descansamos en la gran piscina de aguas calientes.
Antes del atardecer nos dimos un baño en el jacuzzi viendo como se ponía el sol y tomando una cervecita local, fue sensacional.
Por último recibimos una agradable visita del operador local, cenamos con ellos y les hicimos un report de todo el viaje.
Lo pasamos muy bien, siempre tiene que haber trabajo en este tipo de viajes, ya que tienen relación directa, pero al final es muy agradable.
Día 17: Wayikkal/ Colombo/ Madrid
Llegó el día que no queríamos pero todo viaje tiene su inicio y su fin, así que tocaba despedirnos de nuestro fantástico guía.
Nos hizo un montón de regalos, nosotros le dimos una gran propina porque el viaje no pudo ser mejor gracias a él.
Y así nos despedimos de este fabuloso e increíble país.