Lanzarote 2021
Este ha sido nuestro primer viaje en avión con bebé. En este momento Giulia tenia 9 meses y cumplió 10 en las vacaciones.
Siempre es un buen momento para el primer viaje en avión con bebé. Solo, hay que tener en cuenta una serie de cosas para preparar el viaje:
- Transporte para el bebé: En este caso, Giulia no andaba, así que llevamos el carro (que es gratis llevarlo en el avión) y mochila porta bebés (también se puede llevar en el avión sin coste y sirve para los terrenos en los que no se puede llevar carro). Además hay compañías aéreas que dejan llevar en lugar del carro si tienes niños más mayores la silla del coche (Siempre hay que consultarlo).
- Comida y bebida para el bebé: Giulia en este momento ya comía de todo en cachos pequeños, así que solo compramos algún potito por si acaso y llevamos leche en polvo para el viaje. Las compañías aéreas dejan llevar agua y comida para bebés y niños.
- Transporte en coche: Nosotros alquilamos un coche y reservamos la silla apta para que Giulia pudiera viajar.
- Donde duerme el bebé: Esto ya es más personal, en ese momento Giulia aun dormía en cuna y en el alojamiento que reservamos, tenían cuna. Aunque nosotros somos partidarios de si nos cuadra algo, ya nos apañamos con el tema de dormir.
- Equipaje para el bebé: El bebé tiene derecho al mismo tipo de equipaje que tiene el adulto, ya que hasta que cumpla dos años no ocupa asiento. Viajará encima vuestro con un asiento especial.
A continuación empezamos con nuestro primer viaje en avión con bebé.
Dia 1: Primer viaje en avión con bebé Madrid/ Lanzarote
Teníamos muchas ganas de estas vacaciones. Y por fin llegaron. Al viajar con bebé es un poco más rollo porque en la seguridad tienes que plegar el carro y pasarlo por la cinta, pero es verdad que te atienden mejor y te ayudan más. Además de que sueles tener tu propia cinta al menos en barajas.
En el aeropuerto coincidimos con unos amigos nuestros que se iban a su Luna de Miel así que mientras le dábamos a Giulia el biberón estuvimos con ellos un rato.
El vuelo fue fantástico, Giulia fue jugando, comiendo y durmiendo todo el vuelo y no lloró ni una vez. Así que nuestra compañera de asiento charló animadamente con nosotros y con ella.
Al despegar y aterrizar te recomiendan que tengan puesto el chupete, o vayan mamando o tomen biberón para que no sufran los oídos por la presión, así hicimos.
Cuando el niño es menor de 2 años no ocupa asiento viaja encima tuya, llevas un cinturón adaptado sobre el tuyo.
Al aterrizar había muchísima gente en el aeropuerto y todos estaban alquilando coches, por el COVID imagino aun más que normalmente.
Aterrizamos en Lanzarote
Nosotros ya teníamos reservado el coche así que esperamos y nos dieron el coche con la silla del bebé, que vimos como montarla y nos pusimos en camino.
En esta ocasión elegimos los Apartamentos Doble Uve para nuestra estancia, por varias razones: ubicación (Tías tiene un paseo marítimo), tiendas, restaurantes, etc, precio, opiniones, independencia (con cocina, 2 dormitorios, amplios y limpios).
Al llegar teníamos en una cajita con un código nuestras llaves y siempre estuvieron disponibles para cualquier necesidad.
Dejamos las cosas y nos fuimos rápido. Ya que habíamos quedado con unos amigos que también estaban de luna de miel. Nos invitaron a cenar con ellos en su villa y ver eurovisión que ellos son unos auténticos fans.
Cenamos con ellos y lo pasamos en grande, después volvimos a dormir al apartamento porque el día siguiente teníamos plan de nuevo con ellos.
Día 2: Lanzarote
Este fue nuestro primer día de visitas en la isla. Quedamos con nuestros amigos para hacer algunas visitas en el día hasta después de comer que ellos volvían a su apartamento.
Quedamos en el monumento del Campesino con ellos, una visita gratuita para ver la obra de Cesar Manrique. Como anécdota antes de entrar cosas que pasan con bebés, tu piensas cambiarla el pañal antes de salir de casa para que este todo preparado, pero ella prefiere hacer de vientre en el coche y te toca cambiarla de pie con medio cuerpo fuera del coche jajajjajaja. A partir de ese día cogió el horario para que siempre pasara igual.
Paseamos cada rinconcito del monumento nos gustó mucho y entramos a las tiendas de artesanía y descubrimos cosas preciosas. Hablando con una señora de la tienda nos dijo que era de allí de toda la vida y no recordaba que hubiera hecho tanto viento y tanto tiempo, que solía haber uno o dos días de viento fuerte, y ya con este día llevaban tres semanas así, vaya suerte, pero eso no nos impidió visitar la isla de manera completa.
Seguimos con Teguise un pueblo preciosos lleno de casitas blancas, con tiendas, alojamientos, bares y restaurantes con una arquitectura particular. Allí después de dar un paseo larguito nos sentamos a tomar algo con nuestros amigos y así probar las primeras delicias canarias, aunque tampoco mucho porque ibamos a comer en breve.
Después de otro paseo nos dirigimos hacia Famara, reservamos en Costa Famara donde comimos genial, lapas, cherne y gofio escaldado, todo delicioso. Giulia probó el gofio y el cherne y le encantó.
Plan después de comer
Cuando terminamos de comer, ellos se fueron a su alojamiento y nosotros dimos un paseo largo por Famara, disfrutando de cada rincón, del paisaje espectacular, montañas gigantes a un lado, mar de un azul deslumbrante y calles de arena sin asfalto, este pueblo tiene un encanto impresionante. Aprovechamos la segunda siesta de Giulia para disfrutar del entorno.
De camino al Mirador del Río paramos en Haría, otro pueblo esta vez de interior muy autentico y poco visitado.
No nos entretuvimos viendo otros pueblos por ver la zona del Mirador de día, al final lo pillamos despejado y se veía la Graciosa y las otras islas del Archipiélago Chinijo.
La entrada al Mirador además de tener un horario cuesta uno 5-6 €, nosotros esta no la incluimos en nuestro bono de entradas, y vimos esta increíble vista desde la carretera.
Hablamos con otros amigos que estaban en la isla y se iban al día siguiente y quedamos con ellos a cenar en Puerto Calero, dimos un paseo por allí, tomamos un coctel y después cenamos en un japonés. Fue toda una casualidad y lo pasamos muy bien.
Día 3: Lanzarote
Este día programamos una visita a la típica bodega El Grifo, es un poco más cara que las que estamos acostumbrados pero realmente merece la pena. La zona de la Geria es una zona especial en la que se elaboran vinos típicos y únicos en Lanzarote. Los viñedos están excavados en la tierra volcánica y eso le confiere un sabor único y especial.
Este día no tuvimos en cuenta que podríamos haber traído la mochila para esta visita, así que cuando nos metieron en una viña muy grande uno se tuvo que quedar fuera de la misma con Giulia en el carro que estaba durmiendo la siesta.
Cuando hicimos la cata todo el mundo se sorprendió de lo bien que se porto y despertó cuando terminaba la misma y empezó a saludar a todos, desde ese momento conocerían a Giulia en todo Lanzarote, lo digo por lo que paso otro día.
Todo el entorno de la Geria es increíble merece la pena darse una vuelta en coche por la zona.
Fuimos a comer al pueblo de Uga a un restaurante con menú del día ya que el Chupadero donde queríamos ir no estaba abierto. Comimos bien y barato y Giulia estuvo jugando con unos juguetes que había por allí.
Paseamos por el pueblo muy tradicional y bonito y vimos una gran excavación que no sabíamos que iba a ser, preguntamos a una amiga nuestra que vivió allí y al parecer era para un estadio de lucha canaria, pero se quedo la obra parada. Y claro ha quedado un boquete en medio del pueblo como si hubiera caído un meteorito.
Para acabar el día dimos un paseo muy grande desde nuestra playa por todo Playa del Carmen, viendo el mar y miles de restaurantes.
Día 4: Lanzarote
Creo que no lo he puesto antes, pero nos resultó super cómodo el apartamento para el tema desayunos y algunas cenas. Y es que sobre todo los desayunos los recordaremos casi mejores que en un hotel, preparados por el chef Ricky.
Este día fuimos por la mañana a visitar el PN de Timanfaya que tiene una visita obligada después de ver la demostraciones geotérmicas. En nuestro caso nos tocó hacerlo al revés ya que por la hora que llegamos primero fue el bus y después la demostración.
Al principio tuvimos miedo de que Giulia la montara en el bus pero se quedó dormida nada más subir, así que toda la visita fue echando la siesta jajajjaja, la pobre se perdió la visita.
En la demostración Giulia estaba despierta y se llevó un susto cuando salió el agua del geiser, ajajajjajaj, fue muy divertido.
A continuación fuimos a visitar la playa y las salinas de Janubio, un paisaje muy extraño a la vez que atractivo. Bajamos a Giulia con la mochila e hicimos un pequeño senderismo.
Más tarde nos dirigimos hacia el pueblo del golfo donde se encuentra el Charco de los Clicos, también un paisaje impresionante como si estuvieras en otro planeta, una pasada.
Fuimos a dar un paseo por el Golfo, el pueblo al final de la carretera y nos encantó, es chiquitito con una costa abrupta llena de piedras y piscinas naturales. Dando un paseo paramos a tomar algo y terminamos comiendo en el restaurante, ya que nos encantó, y realmente acertamos. Una fritura impresionante de pescados frescos.
Seguimos visitando
Antes de dejar la zona fuimos a ver los Hervideros, solo bajé yo del coche, ya que Ricky se quedó con Giulia que estaba durmiendo otra siesta. Un laberinto entre acantilados, de olas, mar, espuma, un sitio para ver, un imprescindible.
Como ya íbamos dirección del hotel, fuimos a visitar Arrecife. Aparcamos donde la estación de autobuses y recorrimos todo el paseo marítimo completo hasta llegar al Charco de San Ginés (recomendación de nuestra amiga que vivió allí 7 años).
El agua del mar estaba de un precioso azul y con los rayos del sol de la tarde, no se como que nos gustó bastante esa parte de la ciudad y el Charco es muy coqueto con su pequeña laguna que sube y baja con la marea y sus barquitas. Pasamos una tarde muy buena paseando y viendo la capital de la isla. Tomamos algo en el charco viendo el atardecer. Muy chulo.
Antes de llegar al charco vimos una actividad en la que muchos niños echaban carreras en sus kayaks individuales, super divertido, como mola vivir en un sitio con mar.
A la vuelta nos comimos un helado antes de volver al coche por el esfuerzo de tantos kms jajajajja.
Día 5: Lanzarote
Aprovechamos este día que iba a hacer buen tiempo y no mucho aire para irnos a las playas del sur.
Pasamos una mañana super agradable bañándonos en la playa y Giulia aunque no se bañó porque el agua estaba fría para ella, se echó una siestecita.
Hay una bajada de escaleras excavadas por lo que hay que bajar con mochila porta-bebes, después la playa del Papagayo vimos que no tenía olas y estaba calmada y nos decidimos por ella.
Más tarde fui a dar una vuelta y hice una foto desde la otra punta de la playa, preciosa.
Pasamos allí buena parte de la mañana.
Para comer nos acercamos a un sitio que nos habían recomendado nuestros amigos, el chiringuito tropical, y fue todo un acierto.
Disfrutamos de una increible comida mirando a un mar azul celeste precioso, daban ganas de bañarse también allí.
Tuvimos una anecdota buenisima allí y es que cuando nos alejamos un poco para cambiar el pañal a Giulia una chica que comía allí reconoció a Giulia de la visita en la bodega y les dijo a sus amigas, ese es el bebé tan majo y guapo del que os hable jajajajjaja.
Pasamos la tarde recorriendo Playa Blanca que tenía un paseo marítimo chulísimo, lleno de calitas, alojamientos, chalets, una infinidad de paisajes diferentes y bonitos.
Descubrimos una zona como de fortaleza bélica llena de candados de parejas enamoradas.
Al llegar al punto más lejano de nuestro camino nos dimos un baño en una playita super chula que encontramos, nos encantó la zona era genial.
Día 6: Lanzarote
Este día lo aprovechamos para seguir haciendo visitas.
Esa mañana acercamos a Giulia a un centro de salud ya que llevaba varios días tosiendo y nuestra pediatra nos dijo que la oscultaran así que eso hicimos. Como estaba todo bien, seguimos de ruta.
Incluimos entre las entradas de los sitios turísticos el Jardín de los Cactus, porque Ricky es super amante de ellos y siendo una isla con estas características nos habían dicho que este sitio era imperdible. Y así lo fue, nunca vimos algunas especies que vimos allí.
El Jardín se puede visitar con carro o mochila pero al final resulta más cómodo con mochila por el tipo de suelo y porque en la parte del molino hay escalones, aunque nosotros lo hicimos con carro.
Estuvimos como hora y pico viendo cada rinconcito del parque. Muy muy bonito.
Después fuimos a la Cueva de los Verdes. Nosotros hemos visitado cientos de cuevas por todo el mundo, pero esta es especial, por estar formada por un cono volcánico. A Giulia la llevamos porteando, solo hay que tener cuidado con la cabeza cuando se pasa por algunos sitios, como la ternemos cuando pasamos nosotros y ya está. Ella fue tan ricamente durmiendo en la mochila. Me encantó encontrar un auditorio en las entrañas de la tierra. Además de la super sorpresa secreta que hay en la visita. Muy chulo.
Nuestra amiga nos recomendó ir a comer a Arrieta en un sitio pequeño que siempre sirven pescado del día, comimos en la terraza, super agradable y con sombrilla y todo. Al terminar dimos un paseo por el pueblo, como las casas casi cuelgan al mar tiene muchos rincones por descubrir y la Casa de la Juanita, muy curiosa.
Además los recovecos que dan al mar tienen escaleritas y pequeñas zonas para el baño, una cucada.
Aparcamos donde estaba nuestro alojamiento y dimos un paseo desde allí bordeando el aeropuerto hasta Playa Honda, más de 10 km de ruta y Giulia tan cómoda en el carro, después la bajamos a un parque y la montamos en los columpios, jajajajja después no quería bajar.
Día 7: Lanzarote
Este era nuestro último día de visitas antes de abandonar la preciosa isla. Y como vimos que hacía buen tiempo cumplimos nuestras visitas pendientes y disfrutamos de otra de las playas espectaculares de la isla.
Yo me quede con las ganas de visitar la Graciosa pero como no sabíamos si Giulia se iba a marear mucho en el catamarán o como lo llevaría, lo dejaremos para una próxima ocasión.
Fuimos primero a los Jameos del Agua, la ultima visita que habíamos planeado incluir en el bono. Este es otro monumento hecho por el hombre e integrado en la naturaleza, me pareció precioso.
Para visitarlo también con la mochila de porteo porque con carro no se puede.
Primero hay una bajada larga hacia la abertura en la tierra, se ve todo muy oscuro, después ya entras en el cono volcánico con el lago debajo donde se ven los cangrejos ciegos. Una pasada.
Cuando estas abajo el juego de luces es mágico y precioso.
A continuación la sorpresa es increíble, te encuentras ese precioso lago azul celeste con fondo blanco, me pareció idóneo, que bonito.
Visitamos a fondo el lugar haciendo fotos con nuestro móvil y con la retina para que no se nos olvidara.
Hora del chapuzón
Nos dirigimos hacia el Norte, Caleton Blanco, esta es una playa muy particular porque no cubre nada y es muy larga con la pleamar y con la bajamar se acerca mucho a la línea de costa, es una pasada. Además para guarecerte del viento tiene unas especies de refugios (algunos de ellos se inundan con la pleamar). Lo pasamos genial nos bañamos cada uno por separado y Giulia se echo una siestecita.
La siguiente parada fue Órzola fuimos a buscar un sitio para comer y nos despedimos con una fuente de pescado de la zona en un sitio frente al puerto, muy chulo.
Dimos un largo paseo viendo cada rinconcito del pueblo que por su ubicación y encanto, nos gusto mucho a los dos.
Para acabar el día nos acercamos a Playa del Carmen y despues de otro paseo nos tomamos una cervezita en un sitio muy internacional.
Día 8: Lanzarote
Nuestro último día en la isla bonita, recogimos todas las cosas del apartamento y nos preparamos para dar un paseo en Playa Honda, comimos allí y dejamos el coche en el aeropuerto antes de coger el vuelo de vuelta.
En esta ocasión Giulia no tuvo tan buen vuelo como a la ida pero es un bebe y estas cosas pasan. Así que no te sientas culpable y no dejes de viajar por eso.
Giulia ya esta pensado en su próximo destino en avión, que entre pandemia y demás la pobre no ha podido disfrutar de no ocupar asiento.
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